Aún recuerdo el primer día que lo vi, fue también el primer día que amanecí en la ciudad otra vez. Como me toca hacer recados, me lo crucé a las 9 de la mañana. Pensé "este chico no está nada mal ¡Vaya! ¡Qué madrugador es! Ya tiene comprado el pan" y también pensé "no sé quién es, no es de cuando yo vivía aquí".
Por las mañanas, me lo cruzo en Mercadona, él hace la compra, lleva a su hijo al cole y lo recoge. Me gusta la forma de sus ojos. Su mirada me recuerda mucho a la David Bowie, sólo que tiene los ojos del mismo color.
Su mujer es guapa también. A veces, me los cruzo a los dos o a la familia al completo. Me gusta cuando los veo juntos, pero disimulo bastante. Él camina a paso ligero.
A todas las mujeres que les he dicho que ese hombre es atractivo, me contestan que no lo es. Siempre les digo que lo vuelvan a mirar, pero a los ojos. Normalmente, ahí sí cambian de parecer.
Es alto y bastante delgado. Moreno de piel muy blanca y con pelo abundante, liso, negro y precioso. Su hijo tiene sus ojos y su mismo color de piel. El papá tiene tendencia a perder peso con facilidad, pero esta primavera cogió unos quilillos y estaba de rechupete.
Lleva todo el verano trabajando en una terraza cercana a casa. Ahora ha vuelto a adelgazar, pero se le marcan más los músculos y está muy moreno. A veces, me voy con alguna amiga o amigo a tomarme algo allí. Él hace un tiempo que se dio cuenta de que lo miraba y el domingo pasado, me saludó por primera vez y me sonrió. Yo le devolví el saludo y la sonrisa. Cuando sonríe su expresión cambia y se vuelve más dulce, no tan gélida como cuando está serio. A mí me gusta de todas las maneras, aunque lo he visto sonreír muy poco, sólo dos veces.
Ya sé cómo se llama, lo vi el otro día en el ticket del establecimiento.
Me gusta mirarlo, porque lo veo entregado a sus obligaciones. No quiero hablar con él, sólo contemplarlo.
La contemplación a veces nos basta y nos sirve para creer en algo que está ahí delante de nuestros ojos. Tiene pinta de ser atractivo y por como lo describes a más de una le encantaría verlo.
ResponderEliminarUn saludo
desde mi punto de vista es un pérdida de tiempo entretenerse en mirar un padre de familia, a no ser qué tú también le gustes a él y que tenga problemas conyugales, claro, ahí ya cambian las cosas.
ResponderEliminarsaludos!!!
y felicidades por tener los ojos abiertos post divorcium...
Uy! TeologiadeS! Si estuvieras aquí, te invitaba a algo en la terraza del "papá" para que lo vieras con tus propios ojos. De paso, nos echamos unas risitas.
ResponderEliminarLidia, si los ojos, la nariz y los oídos me sirven de mucho, jejejeje.
Besos a las dos.
Pues nada.... abandónate a la contemplación de tu "papá" favorito, y disfruta!!! LA verdad e sque, si tiene los ojos de DAvid Bowie, debe de ser muuuuuuuuuuy atractivo!!
ResponderEliminarPero, qué pasaría si pudieras ir más allá de la mera contemplación???? Darías el paso???
Besos!
Hola, Gata:
ResponderEliminarFrancamente, si pasara de la contemplación, me gustaría que fuera algo bonito: sin divorcios, con discreción en el barrio, porque él quisiera y no porque estuviera desesperado o sin rumbo.
Paso de oir que se lleva mal con la mujer, que la mujer no lo quiere, que no le da lo que necesita, que si es mala, que si tal, que si cual... porque todas esas cosas, me aburren. Yo no soy perfecta, pero todas esas cosas me he dado cuenta de que no llevan a ninguna parte.
A mí me gusta porque este hombre no se aburre. Está ocupado. Por eso, lo contemplo.
Además, me gusta que no me haga caso. Que me ignore, que no se dé cuenta de que lo miro, no es por timidez, es que lo prefiero así.
Besos.
Mirar no ofende, sino que puede resultar halagador para el contemplado, y si tu pasas un buen rato, miel sobre hojuelas, que estar pendiente del anuncio de café para ver a mi Georgue, me obliga atragarme muchos anuncios de cosas muy raras...
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