domingo, 23 de enero de 2011

Los profesores de la universidad

Hay profesores en la universidad que están muy bien. Son muy atractivos.

Hay uno que me gusta su asignatura; no se me da demasiado bien, pero cuando tengo que preguntarle, me pongo nerviosa porque él me impone. Lo tengo repasado de arriba a abajo, sólo con la mirada, claro. No puedo mirarlo a los ojos, porque no sólo es que está bien, es que me gusta.

Un día fui a su despacho para apuntarme las cosas que había hecho mal. Estuvimos charlando sobre cosas de la economía y me dijo que me volviera a pasar otro día por el despacho, aunque ya no me diera clase él. Me dio morbo. Hace poco tuve su examen y me salió tan mal que se lo entregué rápidamente y sin mirarlo a la cara, uno por vergüenza (porque me pegué un columpio impresionante con su asignatura) y dos porque como me gusta, no quiero que se dé cuenta.

Es que yo pienso que a las personas hay que respetarlas siempre, sobre todo, en el ejercicio de su profesión y a este hombre yo me lo he tropezado en esa situación y no en una noche de esas locas.

viernes, 14 de enero de 2011

O te pasas o no llegas

No sé lo que les pasa a las empresas ahora mismo, porque cuando te apuntas a una oferta de empleo en la que cumples las características del perfil que demandan, está visto que si te pasas es malo y si no llegas... pues eso, que como no llegas, no hay nada que hacer.

Ahora cuando piden un ciclo formativo, quieren el grado medio, ya no quieren el grado superior. De eso, pasamos al diplomado/licenciado universitario ¿se les habrá olvidado que por el camino estamos los técnicos superiores? Tampoco tienen que pagarnos más que a un grado medio, porque el salario suele ser o negociable o lo que ponga el convenio (esto último es lo más frecuente).

A veces no sé para qué sigo estudiando.